La principal compañía aseguradora de la planta de Campofrío es la estadounidense FM Global, que tiene la póliza de daños firmada con la compañía de embutidos. Esta mutua de seguros, con sede en Rhode Island, abrió hace tan solo tres años su primera oficina en España, aunque desde hacía 30 años operaba en el segmento del seguro industrial. Otra firma norteamericana, XL Group, tiene el seguro a terceros de esa planta, pero las indemnizaciones que podrían derivarse de esta póliza serán, previsiblemente, mucho más pequeñas. Por su parte, la también americana AIG cuenta con las coberturas medioambientales.
Aunque todavía es pronto para valorar el daño provocado por el incendio, la Junta de Castilla y León ha estimado que las pérdidas podrían alcanzar los 170 millones de euros.
La mayor aseguradora española, Mapfre, tiene "una participación limitada y reducida en el coaseguro de este siniestro", explican fuentes de la entidad. "Su impacto en las cuentas de Mapfre va a ser irrelevante".
Se da la circunstancia de que hace 13 años se quemó otra planta de Campofrío, esta vez en Arganda del Rey (Madrid), y no fue hasta 2013 cuando el pleito judicial que derivó del siniestro acabó plenamente saldado. Entonces, la sentencia del Tribunal Supremo obligó a dos aseguradoras contratadas por Acciona (constructora de aquella planta) a indemnizar a Campofrío y su aseguradora de entonces, el grupo Zurich, con el pago de 15 millones de euros. En ese siniestro fallecieron dos trabajadores de la empresa cárnica. La mitad de los 151 empleados que trabajaban en Arganda fue recolocada en otras plantas de Campofrío, y el resto fue prejubilado o despedido.
Según informa la prensa, en el momento en el que se desencadenó el incendio se encontraban trabajando en la planta unos 20 empleados, que fueron rápidamente evacuados. Las causas aún no se han determinado, aunque la primera hipótesis que barajan los bomberos es que haya sido provocado por algún cortocircuito.
Desde la propia empresa se asegura, y a falta de una evaluación concreta de las consecuencias, se afirma que en estos momentos los efectos sobre las instalaciones de la fábrica son “considerables”. Consciente de los daños que este siniestro tiene sobre la actividad, la compañía ha tomado las medidas necesarias para garantizar el suministro de sus productos al mercado a través de sus otras fábricas, indica en su comunicado.
Campofrío ya ha mantenido reuniones con los representantes de los empleados para explicarles la situación. La compañía ha avanzado su intención de invertir en Burgos “para recuperar la capacidad productiva lo antes posible”.
Francisco Javier Romero Iñigo
Aunque todavía es pronto para valorar el daño provocado por el incendio, la Junta de Castilla y León ha estimado que las pérdidas podrían alcanzar los 170 millones de euros.
La mayor aseguradora española, Mapfre, tiene "una participación limitada y reducida en el coaseguro de este siniestro", explican fuentes de la entidad. "Su impacto en las cuentas de Mapfre va a ser irrelevante".
Se da la circunstancia de que hace 13 años se quemó otra planta de Campofrío, esta vez en Arganda del Rey (Madrid), y no fue hasta 2013 cuando el pleito judicial que derivó del siniestro acabó plenamente saldado. Entonces, la sentencia del Tribunal Supremo obligó a dos aseguradoras contratadas por Acciona (constructora de aquella planta) a indemnizar a Campofrío y su aseguradora de entonces, el grupo Zurich, con el pago de 15 millones de euros. En ese siniestro fallecieron dos trabajadores de la empresa cárnica. La mitad de los 151 empleados que trabajaban en Arganda fue recolocada en otras plantas de Campofrío, y el resto fue prejubilado o despedido.
Según informa la prensa, en el momento en el que se desencadenó el incendio se encontraban trabajando en la planta unos 20 empleados, que fueron rápidamente evacuados. Las causas aún no se han determinado, aunque la primera hipótesis que barajan los bomberos es que haya sido provocado por algún cortocircuito.
Desde la propia empresa se asegura, y a falta de una evaluación concreta de las consecuencias, se afirma que en estos momentos los efectos sobre las instalaciones de la fábrica son “considerables”. Consciente de los daños que este siniestro tiene sobre la actividad, la compañía ha tomado las medidas necesarias para garantizar el suministro de sus productos al mercado a través de sus otras fábricas, indica en su comunicado.
Campofrío ya ha mantenido reuniones con los representantes de los empleados para explicarles la situación. La compañía ha avanzado su intención de invertir en Burgos “para recuperar la capacidad productiva lo antes posible”.
Francisco Javier Romero Iñigo
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