Los Presupuestos Generales del Estado recogen un
importante cambio en el ámbito del ahorro previsión. Se reducirá el tope de
aportación con desgravación en planes de pensiones individuales y PPA a
1.500 euros anuales, frente a los 8.000 euros que había hasta 2020. Para el
presente año fiscal ya se había bajado el limite a 2.000 euros. Esta medida del
Gobierno es un golpe para las gestoras de fondos de pensiones, que
consideran que así se desincentiva el ahorro de cara a complementar la jubilación.
Las aportaciones a estos productos de ahorro previsión
permiten reducirse ese importe de la base imponible del Impuesto de la Renta
(IRPF). Así, si una persona gana 30.000 euros al año y su base imponible es de
25.000 euros, en caso de que haga aportaciones al plan de pensiones por el
nuevo máximo, 1.500 euros, solo tendrá que tributar por 23.500 euros.
Con esta medida, el gobierno quiere
desincentivar el ahorro a través de estos productos (que ahora suman un
patrimonio de cerca de 87.000 millones de euros) y fomentar el ahorro a través
de planes de empleo, que son una figura similar pero dentro de una empresa. En estos planes se ha aumentado el límite a 8.500 euros año. Es
el empleador (ya sea una administración pública o una sociedad) quien promueve
el plan para sus empleados, en el ámbito de la negociación colectiva.
Se acerca final de año y es momento hacer las aportaciones para aprovechar el cada vez mas escaso beneficio fiscal de estos productos.
Francisco Javier Romero Iñigo
No hay comentarios:
Publicar un comentario